Los aztecas procedían del noroeste de América del Norte y estaban organizados en pequeños clanes nómades que perseguían la caza. Así llegaron a los alrededores del entonces valle del Anáhuac (país al borde del agua), hoy llamado México. Los pueblos que estaban establecidos en el Anáhuac no vieron con buenos ojos a los aztecas, no sólo porque venían a disputarles las tierras, sino que también por su costumbre de ofrecer corazones humanos a los dioses.
Los aztecas crearon un imperio en el siglo XV en el valle de México. Después de sufrir numerosas persecuciones los aztecas se establecieron en un islote de la laguna de Texococo, donde hacia el año 1325 fundaron la ciudad de Tenochtitlan.
Vestimenta
Las mujeres llevaban el huipil y quechquemitl, camisola, una falda debajo, y mantilla, respectivamente. Los pigmentos para teñir los géneros eran de origen natural, el índigo, por ejemplo, provenía de una planta indigófera y el rojo o púrpura se extraía de un tipo de caracol. Los hombres usaban el maxtle o taparrabo, una tira de algodón que pasaba por las ingles, enlazándose a la cintura y una especie de sandalia llamada cactli que sólo tenían talonera y tiras para ser anudadas a la pantorrilla.En la actualidad, han cambiado las técnicas de teñido y se han simplificado los modelos, aún así, las mujeres continúan tejiendo con telar, conservándose la tradición en el uso del color.
Los vestidos, tanto de hombre como de mujer, cuando no eran tejidos, se confeccionaban en fibra de Ixtle o del manguey que se obtenía mediante el raspado de sus hojas o ramas, obteniéndose así los hilos. Posteriormente, reemplazaron estas fibras por el algodón.
Arquitectura
Tenochtitlán, la ciudad sagrada de los aztecas, constituye, según los especialistas, uno de los centros urbanos mejor planeados de todas las antiguas civilizaciones americanas, y evidencia en sus creadores una gran preocupación por la comodidad de quienes la iban a ocupar.
Tenochtitlán significa "lugar donde los cactus crecen sobre las rocas," y era una aldea de cabañas de caña.
Los avances urbanísticos que evidencian los restos de tenochtitlán son notables. El agua se conservaba potable haciéndola fluir a través de tuberías de cerámica, y era distribuida en los distintos barrios por medio de diversas fuentes.
Los aztecas construyeron aquí una serie de obras de ingeniería y de diques para prevenir el desbordamiento de las aguas del lago. Trazaron, asimismo, largas calzadas o avenidas para facilitar el acceso desde la rivera del lago hasta la ciudad-templo en La isla.
Desarrollo tecnológico
Se hallaban muy adelantados en algunas artes e industrias, como el trabajo del cobre, el cinc, la plata y el oro, a martillo y por fusión. Taladraban perlas y engarzaban y labraban esmeraldas, turquesas y otras piedras preciosas. Eran diestros en la talla de madera y conocían la cerámica; fabricaban cualquier tipo de barro pintado y vidriado con riquísimo colorido y sorprendentes motivos decorativos.
Fueron excelentes tejedores y fabricaban preciosas telas de algodón, pita, fibras de palmera, pelo de conejo o liebre, y de plomas, con las que hacían mantas de gran valor. En lo relativo a escultura, destacaron en trabajos en piedra y otras materias. Los ídolos construidos eran generalmente muy grandes, y algunos de ellos cubiertos de nácar, piedras preciosas y placas de oro engastadas con una pasta especial. Labraban bajorrelieves representando figuras humanas, plantas, animales, flores, etc.
Forma de escritura
En las cortes, especialmente en aquellas que lidiaban con los derechos de la tierra y la propiedad, los involucrados apoyaban sus reclamaciones con genealogías y mapas, mostrando las tierras del rey en morado, las tierras de los señores en rojo y los campos de los clanes en amarilo.
De esta masa de papeleo difícilmente queda algo y aproximadamente todos los libros que sobrevivieron de la tierra de los Aztecas son de la post-conquista. Algunos son copias de trabajos anteriores, mientras que otros están escritos en manuscritos Aztecas con comentarios en español y Nahuati en letra europea. La mejor colección de libros de la pre-conquista viene de Oaxaca, la tierra de los Mixtecas, donde más de una docena de ejemplares han sido preservados. Cada libro o códice, consiste de una tira de hasta 12 metros de longitud y 15'18 cm. de alto, hecha de papel, ropa de maguey o piel de ciervo y doblada en zigzag o como concertina como un mapa moderno, para que donde sea que el usuario la abriera tuviera dos páginas a la vista. Los extremos de la tira eran engomados a delgadas placas de madera que servían como cubiertas y eran algunas veces decoradas con pinturas o con discos de tuquesa. Ambos lados de la tira estaban cubiertos con escritura y dibujos, y las páginas individuales estaban divididas en secciones por líneas rojas o negras. Cada página era normalmente leída de arriba hacia abajo, sin embargo, en algunos códices el arreglo es de zigzag o aún alrededor de la página. La tira era escaneada de izquierda a derecha. Esta enorme producción de documentos dependía de un constante suplemento de material crudo, y cada año 24,000 resmas, el equivalente a 480,000 hojas, eran enviadas a Tenochtitlán. El papel Azteca estaba hecho de la corteza interna de varias especies de árboles de higo. La corteza era empapada en un río o en un baño de agua inglesa, y las fibras eran separadas de la pulpa y colocadas en una superficie suave, dobladas y golpeadas con una piedra que tenía una cresta. Un material para fijar (probablemte una goma de origen vegetal), era añadida y las fibras eran golpeadas hasta formar una delgada y homogénea hoja. Después de suavizarla y secarla, las fibras de corteza procesadas se habían convertido en papel, pero la superficie era aún porosa y rugosa, no conveniente para pintar hasta que le dieran un cubierta de barniz calcáreo o tamaño.
Con este antecedente los escribas dibujaban sus figuras, primero esbozando los contornos en negro, después añadiendo los colores con su pincel. Los colores principales eran rojo, azul y amarillo, y los pigmentos eran a veces mezclados con un aceite para añadir brillantez. Los escribas eran respetados artesanos y la profesión era probablemente hereditaria.
Los Aztecas escribían usando símbolos similares a los caracteres usados por los chinos y los japoneses. Todos los símbolos eran dibujos de una clase o de otra.
Los símbolos pueden ser vistos como ideogramas en los cuales los objetos expresan su propia naturaleza, pero también las ideas subyacentes y no conceptos asociados con ellos. Así las ideas de la muerte pueden ser representadas por un cadaver envuelto para el entierro, la noche por un cielo negro y un ojo cerrado, guerra por un escudo y un garrote, o discurso por una lista saliendo de la boca de la persona que esta hablando. Conceptos que envolvían ideas de movimiento, caminar, migrar o una secuencia de eventos, eran usualmente representados por una secuencia de huellas dirigiendose a la dirección adecuada.
Los nombres personales Aztecas eran del tipo descriptivo que se podía representar en glifos. El nombre del emperador Acamapichtli significa "Puñado de Cañas" y su glifo es un antebrazo con la mano asiendo un fajo de tallos. Chimalpopoca, el nombre del siguiente gbernante, significa "Escudo Humeante", y su sucesor fué Itzcoatl o "Serpiente de Obsidiana".
También había un elemento fonético en la escritura Azteca. Toda palabra en el lenguaje hablado tiene un sonido así como un significado, y los glifos eran algunas veces usados para indicar el valor fonético de la palabra en lugar de su sentido. De esta manera, para dar un ejemplo del español, un dibujo de un ojo es un pictograma (que significa un ojo como parte del cuerpo) o un ideograma (expresando la idea de visión); un fonograma exresaría el sonido aunque el dibujo no tuviera nada que ver con el significado. Los dibujos eran a veces usados por su sonido sin hacer referencia a su significado, el símbolo diente (tiantli en lengua Azteca) expresaba la silaba 'tlan' ; el glifo
para el árbol o bosque (quauill) significaba la silaba 'quauh', una piedra (tell) para 'te', una montaña (tepeti) por 'tepe' y asi. Las vocales eran algunas veces representadas fonéticamente; el sonido 'a' por el símbolo de agua (all) o '0' por un camino (olli).
Los nombres de los pueblos podían ser expresados como una combinación de fonogramas. El signo para la capital Azteca, Tenochtitlán, era una piedra (tell) de donde brotaba un espinoso cactus (nochili); Tochtepecan se indicaba con un conejo (tochtli) arriba de una montaña (tepeti); quauhtitlan por un árbol (quauitl) con un diente (tiantli), quauhnauac con un árbol con un lista emitida desde el (nahuall -discurso).
Producción literaria
La poesía azteca era cantada y bailada, los temas eran los héroes, la historia, la vida y la muerte, cargados de significación religiosa. Componían también himnos a los dioses: los cantos divinos (teocuícatl) y los cantos guerreros (yaocuícatl). Usaban el verso de dos hemistiquios. La poesía de esta sociedad era desarrollada por los gobernantes y los sacerdotes.
Los poemas aztecas, conocidos como cuicatl, incluían cantos y bailes.
Éstos son los cantos, himnos y poemas rítmicamente estructurados, sujetos reglas de medida y acentuación.
Estos se clasifican en:
- Los teocuícatl, o himnos compuestos en honor a los dioses, se acompañaban con música de cantos corales.
- Los yaocuícatl, o cantos de guerra, celebraban las victorias conseguidas e impulsarán a los combatientes para obtener nuevos triunfos.
- Los xopancuícatl festejaban el renacimiento de la primavera.
- Los icnocuícatl aludían a la tristeza, la muerte y la derrota.
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